Una clínica que reutilizaba cánulas en sus pacientes para limpieza de
colon y un falso odontólogo que abrió un laboratorio son dos testimonios
de la falta de control en el país de los establecimientos de servicios
de salud privados.
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Fuentes consultadas consideran que el Ministerio de Salud debe fortalecer la supervisión a los establecimientos que brindan servicios de salud. |
Es el testimonio de una enfermera que pidió no ser identificada, por
seguridad, sobre los días en que trabajó en una clínica dedicada a
practicar lavados de colon y supuestas desintoxicaciones iónicas.
Durante
cuatro meses observó malas prácticas y procedimientos que pudieron
implicar que los pacientes contrajeran alguna enfermedad.
Según la
entrevistada, esa clínica ofrece curar varias enfermedades por medio de
limpieza del colon y por cada lavado cobran entre Q400 y Q500, costo
que depende del lugar donde se ubique la clínica. “Si era centro
comercial, es más caro”, afirmó.
Agregó: “Llegaba el paciente, se
le enseñaba su cánula y todo lo que se iba a utilizar, que supuestamente
era sellado y nuevo. Sin embargo, al ingresar para hacerse el lavado se
usaban las cánulas viejas, amarillas, que solo eran lavadas con
detergente y cloro. Se le decía al paciente que el agua era filtrada,
pero era del chorro”, indicó.
Refirió que se usaban cánulas
empleadas con más de 10 personas y varias veces observó a pacientes que
regresaban graves y les hacían creer que era por otras razones. “Les
regalaban un paquete de medicinas, a veces ya vencidas”, refirió.
Odontólogo de familia
Julissa
Maldonado, otra fuente consultada que pidió llamarla así, comentó que
hace dos años programó una cita en una clínica dental, en la colonia
Las Ilusiones, zona 18.
El dentista le indicó que debía
extraer la muela y durante el procedimiento le pareció raro que le
aplicara anestesia varias veces. En esa ocasión la acompañó su madre,
una enfermera.
Le comentó que el supuesto dentista había hecho
muchas maniobras bruscas. Con el tiempo siguió sintiendo malestar y al
consultar a otro especialista este le dijo que le habían hecho un mal
trabajo y que debía hacerle otro, bastante caro.
“Yo pensé que él era profesional porque me dio tarjeta de
presentación que decía que era graduado de la Universidad de San Carlos,
pero con el tiempo me enteré de que viene de una familia de
odontólogos, pero él nunca estudió”, relató.
Refirió que nunca lo denunció porque no sabía si eso se podía hacer, además no tenía tiempo para ir a juzgados.
Sin control
El Departamento de Regulación, Acreditación y Control de Establecimientos de Salud (Draces) registra en todo el país
12
mil 659 negocios divididos en 32 categorías, entre los cuales se
cuentan centros de estética y control de peso corporal, clínicas
dentales, médicas, psicológicas, hospitales y laboratorios.
Estos
centros deben ser inspeccionados por el Departamento del Ministerio de
Salud, sin embargo, para cubrir todo el país sólo hay nueve personas.
Héctor
Hernández, subdirector del Draces, señaló que se hace una planificación
anual y que en el 2017 se cubrieron alrededor de cuatro mil 500
inmuebles, cantidad que se mantiene para este año.
Afirmó que se
planifica una salida a los departamentos cada mes, durante cinco días y
reconoció que lo ideal sería contar con un equipo por cada área de
salud. Durante las inspecciones no han cerrado ningún negocio porque
“los usuarios no denuncian”, señaló Hernández.
Denuncias
Según
la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), durante el 2016 recibieron
25 denuncias de centros que prestan algún tipo de servicio de salud,
entre las cuales se encuentran dos por malas prácticas, tres por
maltrato y dos de egreso contraindicado. En lo que va del 2017 se
reportan seis casos, todos por mala atención.
De acuerdo con Carlos Vásquez, vocero de la Dirección de
Atención y Asistencia al Consumidor (Diaco), el año pasado recibieron
23 quejas de centros privados de servicios de salud, la mayoría por
cobros indebidos.
Según el Ministerio Público (MP), las denuncias
por mala práctica médica no existen como delito, depende de la
gravedad o daño. Esto podría encuadrar en lesiones u homicidio culposo.
Viceministro reconoce limitaciones
Sobre
el Draces el viceministro de Salud, Adrián Chávez, explicó que “la
labor del Ministerio de Salud se ha centrado en la provisión de
servicios de salud a través de la red de servicios públicos. Y en el
tema regulatorio hemos identificado muchas limitantes”.
En el caso
puntual de los testimonios, Chávez señaló que “habría que corroborar en
dónde se presentó la denuncia, y establecer qué tipo de tratamiento se
dio a la misma. Agradeceremos se sirva remitir a la Dirección General de
Regulación, Vigilancia y Control de la Salud copia de esta, para
establecer en dónde fue presentada y determinar qué tratamiento se dio a
la misma y las acciones que se realizaron”.
(Fuente: http://www.prensalibre.com/guatemala/comunitario/nueve-personas-supervisan-12-mil-establecimientos-de-servicios-medicos-y-de-estetica-salud)
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