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Adolescentes con obesidad pueden padecer trastornos alimenticios como anorexia y bulimia. |
El 71% de adultos que viven en el departamento de Guatemala y el 66%
de quienes habitan en el resto del país padecen sobrepeso y obesidad,
según una encuesta efectuada el año pasado por el programa de
Enfermedades Crónicas no Transmisibles del Ministerio de Salud.
Los
resultados del estudio, efectuado en el departamento de Guatemala y con
el que se hacen las deducciones para el resto del país, señala que el
33% de los adultos tiene obesidad y el 38% padece sobrepeso.
Eduardo
Palacios, coordinador del programa, explicó que dicha encuesta revela
el avance del problema en el país, pero no se ha publicado debido a la
falta de financiamiento.
“En Estados Unidos el 82% de adultos
tiene sobrepeso y obesidad, en México es el 75%; nosotros casi los
alcanzamos porque vamos con 71%”, resaltó Palacios.
La situación
en la niñez y adolescencia se refleja en la encuesta de Salud Materno
Infantil (Ensmi), 2014-2015, que indica que el 20% de niños menores de
seis meses tienen sobrepeso y obesidad; además, el 5% de los niños de 5
años tienen estos padecimientos, y entre los menores de 5 a 10 años el
porcentaje sube a 8%.
Para establecer cómo está la situación en
los adolescentes, en el 2016 se efectuó otra encuesta que reveló que el
30% de la población de entre 11 y 15 años tiene sobrepeso y otro 10%,
obesidad.
La Ensmi también evidencia que el crecimiento del problema se registra en la población obesa, más que en la que tiene sobrepeso.
Requiere atención
Los
registros de la unidad de Epidemiología de la cartera revelan que
durante el 2016 se atendieron cuatro mil 275 pacientes con obesidad, y
que durante este año, hasta el 11 de febrero, la cantidad fue de 288.
Entre los registros de este año hay cinco niños, tres mujeres
y dos hombres que tienen menos de un mes de vida, y seis personas,
cinco mujeres y un hombre, con más de 70.
La información también
señala que Guatemala es el departamento con más casos de obesidad, pues
en el 2016 fueron mil 245 atendidos, le sigue Petén con 554 casos,
mientras que en Chiquimula solo se registraron cinco.
Para este año, la tendencia es similar, pues en Guatemala van 110 casos y en Chiquimula ninguno.
Peligro latente
El
sobrepeso y la obesidad son el quinto factor principal de muerte, pues
quienes la padecen tienen hasta tres veces más probabilidades de ser
diabéticos o tener presión arterial alta y el doble de posibilidades de
padecer enfermedad renal, aseguró Palacios.
Además, el cáncer de mama, de riñón y de útero están muy relacionados con la obesidad.
Todas estas enfermedades causan el 68% de muertes en el país y se incrementan con los años, afirmó el médico.
Palacios
explicó que para el 2003, el 8.4% de población adulta era diabética y
en el 2010 era el 19%, pero en la encuesta del año pasado se encontró
que el 33% ya padece la enfermedad, a lo que se suma que el 18% tiene
prediabetes.
Igual sucede con la hipertensión arterial, pues en el
2003, el 13% de adultos guatemaltecos tenían presión alta, pero según
la más reciente encuesta, la cantidad se elevó a 33%.
![(Infografía Prensa Libre: Billy Melgar)](https://d3ustg7s7bf7i9.cloudfront.net/mmediafiles/pl/5c/5c12d698-7705-40e8-8e68-340422a2239b_879_586.jpg)
Ambiente influye
Fernanda Kroker, doctora en Nutrición
Poblacional del Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá
(Incap), asegura que en el incremento del problema que se registra en
el país tiene que ver el ambiente alimentario, pues este influye en las
decisiones de consumo.
Kroker explicó que actualmente existe una amplia disposición
de comida chatarra, tanto en las áreas urbanas como rurales; además,
contribuye la publicidad agresiva de este tipo de alimentos, en especial
la que va dirigida a los niños.
A esto se suma la ingesta de
bebidas azucaradas y de alimentos que se ofrecen como “dietéticos”,
porque se les retiró la grasa, pero tienen más azúcar añadida.
“La
educación por si sola no basta —para prevenir el sobrepeso y la
obesidad—, debe haber cambios en el ambiente”, refiere la experta.
Entre
las estrategias que Kroker señala como medidas urgentes a tomar para
evitar más incremento de personas obesas o con sobrepeso, se menciona la
obligación de las empresas a dar información veraz y clara al
consumidor.
En países como Chile y Ecuador esto se ha logrado con
etiquetado al frente del producto utilizando íconos o colores que
representan el grado de riesgo para la salud.
Otra forma de
prevención sería limitar la publicidad de la comida no saludable, en
especial la que va dirigida a los niños como una forma de protección
social a este sector de la población.
Intentos
El problema es que las iniciativas de ley presentadas con este propósito están engavetadas en el Congreso.
Una
de ellas es la iniciativa 4944 para una ley de alimentación escolar,
que se presentó al Congreso en febrero del año pasado y que tiene
dictamen favorable de la Comisión de Seguridad Alimentaria, pero no ha
sido aprobada por el Pleno.
Otra iniciativa, presentada en
noviembre del año pasado, es la 5168, que busca una ley marco para la
promoción de la alimentación saludable para niños y adolescentes.
Los intentos datan del 2002, cuando se presentó al
Legislativo la iniciativa 2614 para aprobar un impuesto específico a la
distribución de bebidas gaseosas, isotónicas o deportivas, jugos y
néctares, yogures y agua natural envasada, pero esta no obtuvo
dictamen.
Actualmente, una comisión, integrada por el
departamento de Enfermedades Crónicas no Transmisibles, trabaja en la
creación de un proyecto de ley marco para regular las enfermedades
crónicas no transmisibles.
Consecuencia emocional
La
obesidad tiene consecuencias en el ámbito psicoemocional, señala la
psicóloga Meshelle Kababié, quien afirma que el estrés y las
exigencias modernas contribuyen al incremento de este y otros
problemas.
Kababié explicó que una persona ansiosa puede
desarrollar sobrepeso y obesidad debido a que adquiere malos hábitos
alimenticios, sin estar consciente.
La profesional también indicó
que el incremento de peso tiene consecuencias negativas, pues la
persona no se sentirá segura de sí misma y podría sufrir depresión.
Kababié
dijo que en las mujeres es donde más efectos psicológicos se encuentran
y los adolescentes pueden desarrollar trastornos alimenticios.
Enfocados en la niñez
En
los niños es fundamental promover un estilo de vida saludable y es el
grupo que se debe proteger ante la publicidad engañosa de la comida
chatarra, señala Fernanda Kroker, doctora en Nutrición Poblacional del
Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (Incap).
La
experta resalta que el niño no tiene capacidad para analizar las
consecuencias de ingerir alimentos poco saludables y, de no haber una
intervención urgente, durante los próximos 20 años podría no haber
personas con peso normal en el país.
La preocupación por el
incremento de sobrepeso y obesidad en la niñez fue lo que originó que el
Incap y la Comisión de Ministerios de Salud de Centroamérica lanzaran
el Plan Regional para la Prevención de Sobrepeso y Obesidad en la Niñez y
Adolescencia de Centro América.
Dicho plan incluye la necesidad de establecer políticas
fiscales y reglamentos para la publicidad, mercadeo y etiquetado de
alimentos ultraprocesados y bebidas no alcohólicas que tienen alto
contenido de azúcar y que están dirigidas a niños.
Para la
Organización Mundial de la Salud (OMS) también es importante el control
de este padecimiento en los niños, tanto que se creó una comisión Para
Acabar con la Obesidad Infantil.
En un informe presentado a
finales del año pasado se indica que la obesidad en los niños toma
“niveles alarmantes y es un problema grave que se debe abordar con
urgencia”.
Entre las estrategias que esta comisión presenta para
abordar el problema está la promoción de la alimentación saludable y el
ejercicio en los niños de edad escolar y que en los países se apliquen
programas que promuevan la ingesta de alimentos sanos y se reduzca la
de bebidas azucaradas.
El ambiente en la escuela es un factor determinante, según la OMS.
“Los
niños son el futuro de nuestro país y debemos protegerlos de los
factores de riesgo, de la aparición de sobrepeso y obesidad y de las
enfermedades crónicas no transmisibles”, resalta Kroker.
(Fuente: http://www.prensalibre.com/guatemala/comunitario/obesidad-avanza-en-guatemala)